jueves, 16 de junio de 2011

1.   La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señaló que el cambio climático es uno de los diversos factores de transformación en plantas y animales, que en años recientes se convirtió en "motivo de preocupación mundial" ante el incremento de nuevas enfermedades, así como la transferencia de patógenos de animales a seres humanos.
2.  Igualmente, agregó, influyen factores como los cambios en la estructura del sector ganadero, tanto en sus prácticas y sistemas de reproducción como en la comercialización internacional de ganado y productos pecuarios, al fomentar un mayor número de enfermedades transfronterizas que generan elevadas pérdidas económicas.
3.  El organismo indicó que, pese a los progresos alcanzados, la situación general se ha deteriorado, pues los efectos sociales y económicos de la difusión de enfermedades transfronterizas en animales -ocasionados por epidemias de fiebre aftosa, encefalopatía espongiforme bovina, peste bovina clásica y, recientemente, gripe aviar- también afectan la consolidación de un sector ganadero viable y capaz de atender el rápido incremento de la demanda de carne, lácteos y huevo.
4.  Al respecto, Greenpeace-México señaló que el cambio climático no sólo afecta la capacidad mundial de producción de alimentos, ante el incremento de temperaturas, precipitaciones y fenómenos naturales extremos que podrían limitar el potencial agroalimentario de muchos países; ''también es evidente su efecto en los ecosistemas, donde plantas y animales podrían verse dañados".
5.  Arturo Moreno, coordinador de la campaña de Clima y Energía, destacó que diversas investigaciones confirmaron que factores asociados al cambio climático propiciaron la reaparición de enfermedades como malaria y dengue en zonas donde ''prácticamente se había erradicado, es decir, existe un efecto generalizado sobre todo el ecosistema tanto en seres humanos como plantas y animales''.
6.  En el caso de México, indicó, estudios recientes han comprobado que poco más de 50 por ciento de los bosques de coníferas desaparecerán como resultado del cambio climático, con un "evidente efecto en plantas y animales de ese ecosistema".
7.  Por lo que respecta a las plagas que afectan diversas especies de plantas, en las que se incluyen insectos, patógenos y malezas, éstas constituyen ''un obstáculo para el desarrollo de una adecuada producción de alimentos en muchas regiones del mundo, lo que contribuye directamente a la inseguridad alimentaria y a la pobreza'', aseguró la FAO.
8.  En un informe sobre los efectos del cambio climático, las plagas y las enfermedades en la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza, difundido en 2005 durante el 31 periodo de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, el organismo internacional destacó que debido a que el cambio climático puede producir diferentes efectos en los distintos tipos de plagas, en el caso de las que son migratorias puede impulsar cambios ecológicos en las áreas donde se origina o desplazar su ubicación, por lo que algunos brotes serán menos frecuentes, mientras otros aumentarán su frecuencia.
9.  El cambio climático, señaló, puede influir en las tasas de desarrollo de las plagas, número de generaciones al año, mortalidad debido al frío y congelación durante los meses de invierno o susceptibilidad de plantas huéspedes.
Entre las predicciones de los científicos sobre los efectos del cambio climático destaca la respuesta de los organismos vivos al paulatino calentamiento global. Pero esta respuesta es difícil de apreciar en un plazo de pocos años. Ahora, dos equipos de investigadores, tras analizar centenares de especies de animales y plantas, han constatado un desplazamiento medio de los hábitats de 6,1 kilómetros por década hacia los polos. Y funciones primaverales típicas, como la reproducción, la germinación o las migraciones, se han adelantado una media de 2,3 días por década.


Las predicciones que los investigadores hacen para el clima futuro indican no sólo un aumento de la temperatura media del planeta a lo largo de este siglo, sino patrones de cambio muy claros, como un mayor calentamiento en latitudes altas (hacia los polos) que cerca del ecuador, y en las montañas. Esto significa que muchas especies deben ser capaces de colonizar territorios antes inaccesibles para ellas al encontrarse climas más suaves donde hasta hace poco hacía demasiado frío.
Por tanto, la presencia de animales y plantas en regiones donde hasta ahora no vivían es una firma del cambio climático en marcha. Igualmente lo es, por ejemplo, el hecho de que se adelanten las primaveras con temperaturas más suaves y que, en consecuencia, se observe, por ejemplo, que las ranas se reproducen antes, que los pájaros hacen sus nidos más pronto o que las plantas germinan como media con unos días de anticipación respecto a lo que venía siendo normal.
Algunos estudios de especies habían ya indicado cambios biológicos en respuesta al cambio climático. Pero el debate seguía abierto entre los expertos ya que es muy difícil asociar claramente tendencias en el mundo biológico con los patrones del calentamiento global que se está produciendo, porque existen muchas alteraciones locales y a corto plazo debidas no sólo a variaciones naturales en la abundancia y distribución de especies, sino también a modificaciones de los ecosistemas como consecuencia de la actividad humana.
Para aclarar esta incógnita, Camille Parmesan, de la Universidad de Tejas (EE UU) y sus colegas han realizado un análisis estadístico a gran escala sobre 1.700 especies, incluyendo árboles, plantas herbáceas, aves, insectos, anfibios, mamíferos, peces, etcétera. Su conclusión, que hoy publican en la revista Nature, es que las tendencias biológicas recientes concuerdan con las predicciones del cambio climático. Los animales y plantas tienden a ocupar territorios en latitudes más altas (6,1 kilómetros de media por década) y se extienden hacia zonas más altas en las montañas.
Otro equipo de investigadores, trabajando independientemente del anterior y con una metodología diferente, ha llegado a la misma conclusión tras su análisis sobre 143 especies. Este grupo, encabezado por Terry L.Root, de la Universidad de Stanford, ha basado su trabajo en el análisis global de muchos estudios previos centrados en especies concretas o en territorios particulares, en busca de una tendencia global. El resultado es que ya hay un impacto significativo del calentamiento en las poblaciones de animales y plantas.
En estos estudios, los científicos han tenido en cuenta varios tipos de alteraciones de los organismos vivos en los últimos 50 años: distribución espacial y temporal de especies, densidad de las poblaciones, cambios en morfología y comportamiento y alteraciones temporales en procesos como la reproducción.







"Está claro que si estos cambios climáticos y ecológicos se están detectando ahora, cuando el planeta se ha calentado sólo 0,6 grados centígrados, probablemente habrá efectos de alcance mucho mayor sobre las especies y los ecosistemas en respuesta al aumento de temperatura predicho por el IPCC [Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de Naciones Unidas], que puede ser hasta de seis grados centígrados más en 2100", advierte el grupo de Stanford. "Aunque las especies han respondido a cambios climáticos a lo largo de su historia evolutiva, este cambio rápido es muy preocupante para las especies salvajes y sus ecosistemas".